jueves, 24 de noviembre de 2011

Et erunt signa in sole et luna et stellis... Por si faltaba algo "el milagro" de Benin.



Este acto suyo, infuso por los ojos
en mi imaginación, produjo el mío,
y miré fijo al sol cual nunca hacemos.


Ha pasado prácticamente desapercibido para los medios el reciente viaje del Papa a Benin , pero en el viaje parece que ha ocurrido un prodigio en el cielo. Lo cuenta Secretum Meum Mihi recogiendo un comunicado de la agencia AGI en el que se cita que Lombardi (el portavoz de la Santa Sede) ha hablado de ello a los periodistas y del estupor que ha causado en la multitud. Otro medio que transmite esta noticia es The Vatican Insider en la edición italiana.

Lo primero de todo es lamentar la ignorancia de los periodistas que confunden la posición relativa de la Luna respecto al Sol como si fuera algo que cambia en cada latitud, cuando precisamente es visible en la misma manera para toda la Tierra sin alteraciones significativas, salvo cuando se trata de un eclipse solar donde sólo hay una porción de la Tierra desde la que puede observarse el fenómeno parcialmente y otra menor donde se observa el fenómeno como completo según el ángulo de la sombra de la Luna.  Ustedes mismos lo pueden comprobar jugando a cambiar fechas y horas y posiciones en la Tierra en este planetario online de fácil manejo. Luego los ateos y escépticos se ríen de los católicos y con toda razón.
En realidad en esa fecha la Luna está bastante separada del Sol en el cielo y cualquier alteración de visibilidad del mismo, sobre todo al amanecer y al atardecer la hace visible. Quizás incluso en momentos culminantes del día, tal como lo vemos en nuestras latitudes y longitudes. De la única foto del suceso de la que tengo conocimiento no se puede deducir más que el Sol está tapado por una gran nube y que eso puede dar pie al fenómeno. Por no decir que no hay nada mejor para una histeria colectiva que un acto público religioso. Si no aceptan esta premisa es que no saben lo que es el sentimiento desbordando a la inteligencia y a la voluntad en un acto comunitario que pretende ser espiritual y acaba siendo puro materialismo desbordado porque es sobre la materia sobre lo que tratan los sentidos que desbordan al intelecto. Algunos llaman juanpablismo a esto. Al Juanpablismo se opone la liturgia católica tal como la expresara Pio XII.

Otra historia es ese dejar caer la cosa desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede y ciertos medios. Es una jugada que nos recuerda mucho a la concordancia establecida entre Juan Pablo II y la Virgen de Fátima. No veo a Benedicto XVI prestándose a este juego, pero eso no quiere decir que otros lo hagan y traten de jugar esa carta. En fin, no es más que una de tantas interpretaciones. Algunos creen que esto puede ser un acto de hechicería. Otros que un anuncio del fin de los tiempos. En fin.

Pero para interpretaciones una que les expondré en una entrada siguiente y que tiene que ver con ese requemor y relación que veía entre todo el tema de los demonios de Asís, el babalawo y su acto idolátrico y el viaje del Papa a un pais donde la religión de Ifá tiene prácticamente su lugar de nacimiento. Quizás como en todo lo católico, la complexión interpretativa pueda hacerse del todo según el famoso "et...et" de asumir y completar sin despreciar visiones parciales en lo que tienen de verdad.

M.D.

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